La artista estadounidense Rachel Sussman ha plasmado en su libro The Oldest Living Things in the World las historias de treinta de los organismos vivos más longevos del Planeta con más de 2.000 años de antigüedad. Durante los últimos diez años, Sussman ha trabajado codo con codo con biólogos y especialistas para investigar esas especies y ha viajado por el mundo para fotografiarlas.
Su aventura comenzó durante un viaje a Japón en el verano de 2004. Sin un plan definido, el único propósito de Sussman era hacer fotografías y explorar la relación entre los humanos y la naturaleza. En busca de ese objetivo, abandonó Tokio y se dirigió a la isla de Yakushima para ver un árbol con más de 7.000 años de vida bautizado como ‘Jomon Sugi’.Tras su regreso a Nueva York, se le ocurrió hallar las especies vivas más antiguas, pero no era tarea fácil. Encontrar listas con los nombres de los árboles más longevos no era difícil, pero encontrar documentación de otros organismos vivos con más de 2.000 años de vida le llevó diez años.
“Empecé con búsquedas creativas en Google y poco a poco fui contactando con científicos y especialistas en distintas áreas. La lista empezó a crecer conforme iba aprendiendo”, asegura la autora en el libro.
La mayoría de las fotos, tomadas en lugares como la Antártida, Groenlandia o el desierto de Mojave en el interior de Australia, están hechas con luz natural, y van acompañadas de una línea de texto escrita a mano en la que aparece el nombre del organismo, la fecha de la captura, el número de catálogo, la edad y la localización.
“Es un guiño a los parámetros y las notas a pie de campo que se emplean en el campo científico”, explica Sussman, quien define su proyecto como una fusión entre arte y naturaleza.
Haya antártica
Lo que se ve como una simple capa de musgo que cubre las rocas es en realidad un arbusto con flor muy denso que es pariente del perejil. Viven en las extremadamente altas elevaciones del desierto de Atacama.
Musgo antártico
El Pando
Yuca de Mojave
Puede parecer que esta mata está formada por muchas plantas diferentes, pero se trata en realidad de un único ejemplar. La yuca del desierto de Mojave en California (Yucca schidigera, también conocida como «daga española»), se clona a sí misma hasta aguantar en la Tierra durante 12.000 años. Cada anillo puede tener seis metros de ancho. Crece a un ritmo lento de apenas un centímetro por año.
Este árbol con más de 9.550 años de edad es un retrato del cambio climático. La masa de ramas que está más próxima a la tierra, creció de la misma forma durante aproximadamente 9.500 años, pero el tronco, que nació hace unos 50 años, es más delgado como consecuencia del calentamiento en la parte superior de esta meseta en la montaña oeste de Suecia.
Baobá Pafuri
Este baobab vive en la reserva natural de Kruger en Sudáfrica y para visitarlo es necesario ir acompañado de un escolta armado. Los baobabs tienden a quedar huecos a medida que crecen. Estos huecos pueden servir como refugios naturales para los animales, pero, además, algunos humanos con pocos escrúpulos lo han utilizado como bar, prisión en incluso como retrete.
Welwitschia mirabilis
El Welwistchia vive solo en algunas partes de la costa de Namibia y Angola, donde la humedad del mar aparece en el desierto. Pese a su apariencia, solo tiene dos hojas individuales que nunca arroja. Es la planta nacional de Namibia.
Stromatolitos
Los estromatolitos son organismos que están vinculados a la oxigenación del planeta desde hace 3.500 millones de años, en los inicios de la vida en la Tierra.
Pino Bristlecone
Los Bristlecone son los pinos más antiguos del mundo, con más de 5.000 años de vida. En 1960 un estudiante universitario cortó una parte del que, probablemente, sea el árbol más antiguo del mundo. Una sección transversal de este pino fue expuesta más tarde en un casino de Nevada.